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En mis trabajos busco reflejar la unidad indisoluble entre la naturaleza y el ser humano, los procesos psíquicos y su fusión con el mundo onírico.
La puerta de entrada a estos mundos es siempre la propia experiencia. Mis trabajos exponen mi textura interna, mi lugar más íntimo, donde acaba el lenguaje y empieza la fantasía, retratada a través de la imagen. Cactus y flores, úteros, astronautas, interiores,  colmenas, hojas, átomos y hongos, saturación y silencio. Con cada recorte revivo imágenes aisladas haciéndolas parte de un sistema, en una búsqueda del sentido de trascendencia. Mi propuesta reflexiona acerca de la especie humana como la hija bastarda de la naturaleza. Relación compleja, asimétrica, relación de dependencia y de enfrentamiento.